¿Es peligroso mezclar lejía y amoniaco?
No todo el mundo sabe que la mezcla de la lejía y el amoniaco al limpiar nuestro hogar puede resultar altamente peligrosa para nuestra salud.
La lejía es conocida por sus poderes desinfectantes y blanqueantes agresivos contra todo tipo de moho y bacterias. Por otro lado, el amoniaco es usado como un desengrasante y también desinfectante potente contra manchas difíciles y malos olores. Pero, desde Sentediz17, recomendamos tener especialmente cuidado de no juntar estos dos productos químicos.
¿Qué sucede si uso lejía y amoniaco en la limpieza?
Al mezclar estos dos productos de limpieza, muchos podrían pensar que se obtiene una solución limpiadora aún más efectiva contra la suciedad. Sin embargo, la realidad es todo lo contrario, esta mezcla es extremadamente peligrosa.
La lejía y el amoniaco nunca deben juntarse, ya sea en la limpieza del hogar o en cualquier otro ámbito. La combinación de estas dos sustancias químicas desencadena una reacción que libera un gas llamado cloramina, altamente nocivo para la salud.
La cloramina es un compuesto tóxico y corrosivo que puede provocar desde síntomas leves hasta cuadros graves de intoxicación, dependiendo del nivel y el tiempo de exposición. Entre sus efectos más comunes tras la inhalación de estos vapores encontramos:
- Irritación de las mucosas, tanto de ojos, nariz o garganta, manifestándose como picor.
- Quemaduras en la piel ante contacto directo, se pueden presentar como enrojecimiento, ampollas, inflamación o descamación de la piel.
- Daños graves en las vías respiratorias y edema pulmonar si lo inhalamos de manera prolongada. Puede causar tos persistente, y dificultad e insuficiencia respiratoria.
- En casos muy graves, la exposición continuada o en espacios cerrados puede llegar incluso a provocar la muerte.
Consejos en caso de mezclar lejía y amoniaco
Si por error o por desconocimiento has mezclado lejía con amoniaco, o has estado expuesto a los vapores que desprende, es fundamental que sigas estos pasos:
- Apártate inmediatamente de la fuente de vapores y ventila muy bien el área para disipar los vapores.
- Sal al exterior a respirar aire fresco.
- No fumes ni enciendas ningún fuego, los gases pueden ser inflamables o irritantes, por lo que es recomendable evitar cualquier fuente de ignición.
- Si presentas alguno de los síntomas descritos anteriormente, busca atención médica cuanto antes.
- Si la persona pierde el conocimiento, llama inmediatamente a emergencias en el 112, colócala en posición lateral de seguridad y sigue instrucciones.
En caso de que consideres que la situación no ha sido tan grave, es aconsejable contactar con el Servicio de Información Toxicológica (SIT) en el que recibirás indicaciones precisas sobre cómo proceder para deshacerte correctamente de la mezcla de productos químicos.
Alternativas menos tóxicas para limpiar
Como has podido comprobar, realmente es muy importante ser cauteloso con los limpiadores que usamos y las combinaciones que realizamos de estos potentes agentes, ya que conllevan muchos riesgos para nuestra salud.
Para una opción mucho más segura e igual de eficaz, podemos utilizar el mítico vinagre de limpieza junto con bicarbonato. Una solución famosa por sus profundas propiedades desengrasantes, desinfectantes y desodorantes, y su utilización tanto en cocina, baños como en limpieza de cristales.
También encontramos otras alternativas:
- Jabón neutro, el limpiador suave perfecto para higienizar zonas delicadas y eliminar la grasa sin emplear productos agresivos.
- Limpiadores multiusos ecológicos. Existen infinidad de marcas que ofrecen productos certificados, biodegradables y no tóxicos, ideales para quienes buscan opciones más naturales, menos perjudiciales e iguales de efectivas.
- Alcohol isopropílico, alcohol para limpieza o isopropanol, recomendado para desinfectar superficies duras o electrodomésticos. Se evapora rápidamente, no requiere enjuague y no deja residuos. No obstante, sí que es inflamable e igualmente puede crear reacciones peligrosas si lo mezclamos con químicos como la lejía.
Cabe destacar que, por separado, tanto la lejía como el amoniaco son dos de los limpiadores más usados y que mejor resultados ofrecen. Simplemente se deben utilizar con cuidado y nunca mezclarlos entre sí.
Si no te atreves a usar estos productos o, tienes dificultades a la hora de limpiar, deja que una empresa de limpieza profesional haga el trabajo duro por tí. Para más consejos y tips, echa un vistazo a nuestros artículos sobre higiene y limpieza para tu hogar.